El 30 de enero, el Centro Laboral de la UCLA publicó un nuevo informe en el que se examinan las posibles repercusiones del aumento de la automatización en los puertos de Los Ángeles y Long Beach, conocidos colectivamente como el complejo portuario de la bahía de San Pedro. Este complejo portuario, el décimo más activo del mundo, es responsable de más del 30% de las importaciones nacionales en contenedores de Estados Unidos. En la actualidad, tres de las 12 terminales del Complejo Portuario de la Bahía de San Pedro emplean algún grado de automatización, y otros operadores de terminales están estudiando inversiones similares en infraestructuras automatizadas.
Encargado por la Junta de Desarrollo de la Mano de Obra de California como parte del proyecto de ley 639 de la Asamblea de 2020 de la Legislatura de California, "La automatización y el futuro del trabajo portuario en el complejo portuario de la bahía de San Pedro" examina el impacto de la automatización en la eficiencia portuaria, la calidad del empleo y las comunidades portuarias locales basándose en una serie de entrevistas en profundidad con un panel de 10 partes interesadas de la industria, una revisión exhaustiva de la literatura académica y de la industria, y la investigación y el testimonio de expertos reunidos en el transcurso de los procedimientos de AB 639.
Algunas de las principales conclusiones del informe son que las partes interesadas del sector, incluidos los operadores de terminales y los representantes de los trabajadores, cuestionan los beneficios inmediatos de una mayor automatización. Ni su experiencia ni la bibliografía pertinente demuestran de forma inequívoca que la automatización sea más productiva, segura o barata que los equipos convencionales de manipulación de cargas. A escala mundial, sigue habiendo pocas pruebas de un retorno positivo de la inversión en las terminales que han implantado infraestructuras automatizadas a gran escala.

Además, las partes interesadas de la industria identificaron una serie de impactos potencialmente negativos de la automatización. Hubo un amplio consenso en que la automatización podría plantear riesgos inmediatos para la seguridad de los trabajadores, conducir a un aumento de la vigilancia y el control en el lugar de trabajo y producir efectos dominó indirectos e imprevistos en otros segmentos de la cadena de suministro.
Por último, las partes interesadas del sector temen que el aumento de la automatización afecte negativamente a la comunidad portuaria. El aumento de la automatización podría socavar uno de los motores clave de la estabilidad económica y la movilidad ascendente de la comunidad portuaria, extrayendo de hecho su riqueza y exportándola en forma de beneficios para los conglomerados navieros internacionales.
Las partes interesadas del sector defendieron una amplia gama de posibles soluciones distintas de la automatización, como el aumento de las horas de funcionamiento, la inversión en puertos interiores, la mejora de los programas de formación de los trabajadores y la optimización de la infraestructura existente para lograr la estandarización en todas las terminales. A diferencia de la automatización, estas soluciones ofrecen un enfoque sistemático para maximizar la productividad portuaria y mitigar la pérdida de puestos de trabajo.
Los autores del informe son Brian Justie, Tia Koonse, Monica Macias, John Schmidt y Kent Wong.
