La región de Los Ángeles -y la ciudad de Los Ángeles, en particular- se enfrenta a unos niveles de pobreza inaceptables, una situación que repercute gravemente en los barrios a los que la Agencia de Reurbanización Comunitaria (CRA) de Los Ángeles pretende ayudar.
Encargada de revitalizar las comunidades pobres y arruinadas de la ciudad de Los Ángeles, la CRA es la mayor agencia de reurbanización del país. En los últimos años, la agencia ha puesto en marcha políticas -como el requisito de un salario digno- para garantizar que sus desarrollos beneficien a aquellos a los que la agencia está destinada a servir. Para alcanzar este objetivo, la agencia está estudiando actualmente una política que garantice que los residentes de la ciudad de Los Ángeles -incluidos aquellos con barreras para el empleo- tengan acceso a trabajos de construcción en los proyectos de la agencia.
La política de carreras en la construcción: una oportunidad de liderazgo
La industria de la construcción es un lugar sensato para que la CRA centre sus energías. El sector ha experimentado un enorme crecimiento en los últimos diez años. A pesar de la reciente crisis de los préstamos de alto riesgo, los analistas predicen decenas de miles de nuevos puestos de trabajo en los próximos diez años.
Según lo propuesto, la Política de Carreras en la Construcción y Estabilización de Proyectos cubriría unos 15.000 puestos de trabajo en proyectos por valor de más de 170 millones de dólares en los próximos cinco años.1 De ellos, 5.000 se reservarían para residentes en barrios de Los Ángeles con altos índices de desempleo. De los 15.000, el 10% (es decir, 1.500) se destinaría a trabajadores "de riesgo" o con dificultades para encontrar empleo. Además, la política incluiría un Acuerdo Laboral de Proyecto, que obligaría a los proyectos que recibieran un umbral de subvención a trabajar con los gremios de la construcción.
La política también se basa en la iniciativa del alcalde basada en la fe, un programa para contratar a residentes del sur de Los Ángeles en el sector de la construcción. En el espacio de un año, ese programa consiguió colocar a 796 residentes del sur de Los Ángeles en dieciséis oficios diferentes de la construcción, trabajando en proyectos cubiertos por acuerdos laborales.
Garantizar la eficacia del programa de contratación local
Un Convenio Laboral de Proyecto garantizaría la calidad de los empleos creados por los proyectos CRA. Los trabajadores de la construcción sindicados tienen acceso a todas las prestaciones sanitarias familiares y a empleos con una trayectoria profesional. Al finalizar los programas de aprendizaje, la mayoría de los trabajadores de la construcción sindicados ganan entre 35.000 y 70.000 dólares al año2, lo suficiente para permitirles entrar en la clase media. Pero una revisión de la literatura sobre los programas de aprendizaje en la construcción sugiere que el componente PLA de la política es crucial para garantizar que los residentes de la ciudad de Los Ángeles y los trabajadores con dificultades de empleo tengan acceso a puestos de trabajo de trayectoria profesional. Esto se debe a que los programas de aprendizaje gestionados por los sindicatos tienen una mayor capacidad para absorber y formar a nuevos reclutas, reclutar una mano de obra más diversa y producir mayores tasas de finalización que los programas que no están gestionados por los sindicatos de la construcción. Además, en un sector peligroso con elevados índices de lesiones y muertes , los sindicatos de la construcción cuentan con rigurosos programas de formación y supervisión. La formación adicional en seguridad y la supervisión en el lugar de trabajo son especialmente importantes para los trabajadores vulnerables a los que se dirige esta política, que pueden ser explotados más fácilmente por contratistas sin escrúpulos. Aunque los acuerdos laborales de proyecto suponen un coste -asociado a mejores paquetes de prestaciones y a una formación más rigurosa-, los empresarios de los proyectos de CRA se benefician de tener acceso a una mano de obra bien formada y a una formación y supervisión continuas de los proyectos.
Garantizar el rendimiento de la inversión pública
El aumento de los ingresos de quienes se beneficiarían de la Política de Carreras en la Construcción apoyaría el desarrollo económico de las comunidades que la CRA intenta revitalizar y, por tanto, representa una inversión inteligente de los recursos públicos. Un desempleado que se inicie en el oficio de chapista, por ejemplo, vería incrementado su gasto en bienes minoristas de menos de 2.000 dólares al año a casi 35.000 dólares al año cuando se gradúe del programa de cinco años. El gasto familiar en educación, donaciones benéficas y vivienda de este trabajador aumentaría de forma igualmente espectacular. Estos cambios en los patrones de gasto contribuirían al objetivo de la CRA de fortalecer las comunidades desatendidas.