Estados Unidos se enfrenta a una crisis de cumplimiento de la legislación laboral, con violaciones generalizadas de muchas normas legales establecidas desde hace tiempo. La crisis afecta a leyes que se remontan a la época del New Deal, que obligan a los empresarios a pagar a la mayoría de los trabajadores al menos el salario mínimo y tiempo y medio por las horas extraordinarias, y que garantizan el derecho a organizarse y presentar quejas sobre las condiciones de trabajo. En la actualidad también se infringen con frecuencia leyes más recientes destinadas a proteger la salud y la seguridad de los trabajadores, leyes que obligan a los empresarios a contratar un seguro de indemnización por accidentes laborales y leyes que prohíben la discriminación por motivos de edad, raza, religión, origen nacional, sexo, orientación sexual o discapacidad. Los Ángeles, como documenta este informe, tiene un índice especialmente alto de infracciones laborales, incluso en comparación con otras grandes ciudades del país.
Este informe se centra en las conclusiones de una encuesta a 1.815 trabajadores del condado de Los Ángeles, realizada junto con encuestas similares de Chicago y Nueva York en 2008. Utilizando una metodología rigurosa, este estudio de investigación incluyó entrevistas con inmigrantes no autorizados y otros trabajadores vulnerables que suelen pasar desapercibidos en las encuestas estándar. El objetivo era obtener estimaciones precisas y estadísticamente representativas de la prevalencia de las infracciones laborales. Todos los resultados se han ajustado para que sean representativos de la población más amplia de trabajadores de primera línea (es decir, excluidos los directivos y los trabajadores profesionales y técnicos) en industrias con salarios bajos en el condado de Los Ángeles en 2008. Esta población incluye a unos 744.220 trabajadores, es decir, el 17,0% de todos los trabajadores del condado de Los Ángeles.
La encuesta reveló que los trabajadores con salarios bajos de Los Ángeles sufren con regularidad violaciones de las leyes básicas que obligan a pagar un salario mínimo y horas extraordinarias, y con frecuencia se ven obligados a trabajar fuera de horario o durante sus descansos. Otras infracciones documentadas en la encuesta son la falta de documentación exigida en las nóminas, los retrasos en los pagos, el robo de propinas y las represalias del empleador. En casi todos los casos, los índices de infracción son más elevados en Los Ángeles que en Nueva York y Chicago.